Entre las principales ventajas para un inversor podemos encontrar su facilidad de acceso y la sencillez de su operatoria. Por su estructura, permiten acceso a alternativas que quizás los inversores minoristas no podrían de otra forma. Además, los fondos comunes de inversión invierten en una variedad de activos, como acciones, bonos, y otros instrumentos financieros. Esto proporciona automáticamente una mayor diversificación en comparación con invertir en un solo activo, lo que puede ayudar a reducir el riesgo. Son líquidos, lo que significa que podes suscribir o rescatar fácilmente. Esto proporciona flexibilidad a los inversores para gestionar sus inversiones según sus necesidades.
Por otro lado, su valor diario es público, lo que genera transparencia ya que se proporcionan informes periódicos y actualizados sobre la composición de la cartera y el rendimiento del fondo. Por último, los fondos comunes de inversión son gestionados por profesionales financieros. Estos gestores toman decisiones de inversión basadas en análisis y estrategias, lo que puede ser beneficioso para aquellos inversores que no tienen el tiempo, experiencia o interés en gestionar sus inversiones de manera activa.